Queremos mandar un mensaje a los hermanos y hermanas de los comités de solidaridad con la lucha del pueblo zapatista tratando de explicar el momento en que estamos el día de hoy, 13 de enero de 1997, despues de haber respondido negativamente a una propuesta del gobierno que pretendía desconocer los acuerdos de San Andrés. Trataré de hacer una descripción a grandes rasgos de lo que ocurrió desde abril de 1995 -cuando se inició este diálogo de paz.
Hace ya un año, en febrero de 1996 y después de 10 meses de negociación, se produjeron los primeros acuerdos entre el gob federal y el EZLN en el primer tema de la agenda del diálogo, el de "Derechos y Cultura Indígena". Finalmente se había conseguido que el gobierno aceptara tratar el tema indígena como un problema nacional, el problema de los grupos indígenas en todo el país, a pesar de que había intentado reducir el movimiento zapatista a un problema local.
En la negociación sobre Derechos y Cultura Indígena, lo que hizo el EZLN fue abrir la mesa de San Andrés, que es la mesa de negociación con el gobierno, para que representantes de las 56 étnias o de los 56 pueblos indígenas que existen en México, grandes especialistas y personalidades que conocen el problema indígena pudieran manifestarse y expresar su opinión, sus demandas.
Los resultados de esos 10 meses de diálogo quedaron finalmente plasmados el 16 de febrero de 1996 en los primeros acuerdos que fueron firmados por el EZLN y el gobierno federal.
Pero desde entonces el gobierno dejó pendiente su cumplimiento, que significaba reformas en las leyes a nivel federal en el país, en la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y en leyes regionales y locales en los estados que forman la federación mexicana. No hizo ningún esfuerzo ni tomó ninguna iniciativa para que esos acuerdos se cumplieran. No fue hasta sepiembre de 1996 cuando el EZLN decide suspender el diálogo. Empieza entonces otra vez el problema fundamental en el proceso de negociación que es que los acuerdos a los que se llegue deben cumplirse. La movilización indígena había ido creciendo desde enero del 96, cuando fue el Foro Nacional Indígena Permanente, y culminó el 12 de octubre con la llegada de la comandante Ramona a la capital mexican y la realización del Congreso Nacional Indígena. Entonces, la Comisión de Concordia y Pacificación -COCOPA- que es una instancia que está apoyando el proceso de paz y que está conformado por legisladores del congreso mexicano de los 4 partidos políticos que tienen representación ahí -que son el PRD; PAN; PRI y PT- lanzó una iniciativa de ley de reforma constitucional para cumplir con esta parte de los acuerdos de San Andres.
Después de una negociación y encuentro entre el EZLN y la COCOPA, por fin se redactó un documento que, a considerar nuestro, sí recoge los acuerdos de San Andrés y significaría el cumplimiento de la palabra del gobierno en cuanto a incluir en la máxima ley del país los derechos y la cultura indígena, y se esperó una respuesta del gobierno federal.
El gobierno federal entonces reveló que su estrategia hasta entonces había sido firmar acuerdos por firmar, sin ninguna intención de cumplirlos. Las diferentes instancias gubernamentales que habían estado implicadas en el diálogo de San Andrés no habían hecho un estudio a fondo de las implicaciones de esos acuerdos. Eso provocó una crisis que el señor Zedillo, que tiene la titularidad del ejecutivo en la presidencia de la república, decidió finalmente resolver con su intervención directa y nos pidió un plazo de 15 dias para hacer una serie de consultas y presentar su respuesta a esa iniciativa de ley de la COCOPA.
La respuesta llegó el 19 de diciembre del año pasado, hace casi un mes, a través de la COCOPA. Nosotros analizamos esa iniciativa de ley que presentaba el gobierno y que no era la que los legisladores habían elaborado a partir de los acuerdos firmados. La consultamos con compañeros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y también con especialistas y con líderes del Congreso Nacional Indígena de las principales étnias de este país y vimos que la propuesta gubernamental no sólo no incorporaba los acuerdos de San Andrés sino que significaba además un paso atrás serio respecto a lo que se había llegado ya en febrero del año pasado. Significaba que el gobierno quería volver a negociar un año después lo que ya había acordado, como si no hubiera pasado nada, como si no se hubiera llegado a ningún acuerdo, como si su firma no tuviera ningún valor. Además se trataba de dar un paso atrás serio en lo que habían sido las demandas de los pueblos indígenas, no de los zapatistas, sino de los pueblos indígenas de México. Y significaba lo que nosotros calificamos como una burla. Después de este estudio nosotros anunciamos en una reunión con la COCOPA y con la Comisión Nacional de Intermediación -que encabeza el obispo Samuel Ruiz- que rechazábamos el documento, dimos una explicación técnica, jurídica, de por qué rechazábamos el documento y explicamos políticamente de que se trataba.
El aspecto fundamental es que la propuesta del gobierno implica tres cosas fundamentales:
- Se niega a cumplir acuerdos. Ningún proceso de paz o negociación puede llevarse adelante si una de las partes no cumple lo que acuerda ni lo que firma.
- Se niega a reconocer que la lucha de los pueblos indios necesita ser reconocida a nivel nacional, ya que hasta entonces, hasta ahora, los indígenas son considerados seres humanos de segunda o tercera categoría en este país.
- Se trarta otra vez de echar atrás el proceso de paz o de negociación y alargarlo con la idea de buscar otra vez la solución militar del conflicto en condiciones favorables para la opinión pública.
Nosotros no podemos aceptar una propuesta gubernamental en este sentido, no podemos acordar la paz a cualquier precio, ni a costa de los pueblos indios, ni a costa de la credibilidad, ni a costa de la legitimidad, y, sobre todo, no podemos sacrificar la razón ni la justicia que nos asiste por intereses políticos.
El gobierno ha tratado de burlarse de nosotros una vez más y ha encontrado la respuesta de los zapatistas: rechazar su iniciativa.
Esto es necesario entenderlo bien porque es previsible una campaña muy fuerte del gobierno en los medios, sobre todo a nivel internacional, tratando de presentar al EZLN como una fuerza política intransigente que se niega a llegar a acuerdos.
Queremos que nos entiendan bien: la propuesta nuestra no es simplemente lo que hayamos decidido los comandandantes zapatistas, ni siquiera las comunidades zapatistas, sino que representa realmente el interés de los pueblos indios de todo el país que han participado en ella y que han sido consultados a nivel nacional.
El momento en que vivimos es muy difícil , es crítico, no sólo está en juego el reconocimieneto de las luchas de los pueblos indios sino que está en juego también la posibilidad de que se pueda lograr un acuerdo de paz por la via pacífica y por el diálogo y la negociación.
En el caso de que esto no se resuelva, el EZLN no podra sostener un proceso de negociación, tendría que revisar su política respecto a la situación del diálogo y plantearse nuevas medidas que evidentemente significarían una ruptura total con el diálogo actual que se sostiene con el gobierno.
Sabemos que la situación de los comités de solidaridad es difícil, que hay mucho trabajo, que están sus propias luchas que tienen que desarrollar, sus propias organizaciones, sus propias demandas, su lucha contra el neoliberalismo... Pero queremos que sepan que, como antes, el apoyo que puedan brindar a las comunidades indígenas rebeldes y ahora de todas las comunidades indígenas del país, es muy importante. Queremos que sepan que su movilización, las presiones que puedan ejercer, el conocimiento de lo que está ocurriendo realmente aquí y el que esta información se difunda lo más posible en contra de lo que el Poder va a hacer, es más importante que nunca. Queremos pedirles respetuosamente un nuevo esfuerzo para apoyarnos, creemos que nos asiste la razón, que nos asiste la historia, que nos asiste la verdad y que tenemos derecho a lo que estamos luchando y que estamos dispuestos a todo.
Sabemos que no podemos hacerlo solos, que como en otras ocasiones la bandera que estamos levantando es demasiado grande para nosotros, pero sabemos también que esa bandera es por la humanidad y contra el neoliberalismo y que nuestro triunfo o nuestra derrota será también el triunfo o la derrota de las fuerzas sociales que en el mundo luchan contra el neoliberalismo. Estamos seguros que cada quien en su país y en su sector social encontrará las fórmulas más adecuadas para movilizarse, para apoyar, sabemos que nuestra palabra será nuevamente escuchada por ustedes y que recibiremos de ustedes el apoyo que necesitamos ahora.
Y esperamos que ese apoyo se pueda traducir en resultados y podamos vernos pronto compañeros de la dirección del EZLN en los países de Europa que trataremos de visitar este año en el marco del segundo Encuentro Intercontinental. Sea con acuerdo de paz, sea en guerra, está la decisión de los zapatistas de estrechar los lazos de unidad con los hermanos y hermanas que luchan en el mundo, y haremos lo posible para que este encuentro sea de intercambio de experiencias y de reconocimiento de luchas comunes en contra de un enemigo común, no sólo un encuentro de solidaridad, aunque también de solidaridad como les estamos pidiendo en este momento... Quisieramos que entendieran la gravedad del momento y que dieran todo su apoyo.
Y darles desde ya las gracias que esperamos darles en este mismo año en alguno de los meses que podamos llegar para allá , darles las gracias personalmente a todos ustedes.
Aprovechamos para saludar el Encuentro que habrá en Barcelona como preparación al Encuentro Intercontinental por la humanidad y contra el Neoliberalismo y les pedimos que nos tomen en cuenta también en las decisiones que vayan a tomar, que tengan la certeza de que una delegación nuestra asistirá a ese encuentro a hablar y a escuchar la palabra de los otros hermanos de los 5 continentes.
Esperamos que las cosas vayan bien, creemos que estamos siendo consecuentes, la decisión que hemos tomado es muy grave, el momento es difícil, pero pensamos que va a salir bien porque estamos haciendo lo que nuestros ideales nos están dictando.
Fin del mensaje del Subcomandante Marcos.
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